Prevenir y curar las alergías

enero 03, 2013

Cindy con 6 meses
Parece una cosa obvia, pero si se observan comportamientos extraños en el perro hay que ir a ver qué pasa, buscar en la piel por si hubiera algún cuerpo extraño que lo hiera, o parásito, eccema, etc. Los pekineses no son inmunes a las alergias y ataques súbitos de picor en perros bien cuidados y limpios pueden ser debidos a las mismas, ya sean estacionarias o de alimentación. No hay que dudar en acudir al veterinario para que corte la reacción alérgica y estudie a qué se debe. En la mayoría de los casos se pasarán sin más problema, pero cuando se observen mayores inconvenientes hay que estudiar la posibilidad de cambiar el pienso, cuidar al máximo que el polvo de los suelos donde está habitualmente el perro, así como la posibilidad de que tenga ácaros en su cama. Hoy en día existen tratamientos magníficos que no hacen uso de corticoides y que arreglan la mayoría de las alergias estacionarias.

Para asegurarse de que el perro tenga las mínimas posibilidades de llegue a tener estos problemas es muy acertado y bueno para el resto de su salud complementar la dieta con ácidos grasos esenciales. Los más usados son los aceites de pescado, como el aceite de salmón, pero existen otros aceites como el de lino, onagra, germén de trigo, etc, que también contienen ácidos grasos de un elevado poder sanador, aunque muchos expertos recomiendan hacer uso de fuentes animales antes que vegetales. En el mercado, además, se pueden encontrar productos especialmente formulados para este fin. Suelen combinar distintos ácidos grasos con algunos minerales esenciales para la piel y el pelo, como el Zinc. Aunque no son baratos, un buen complejo de éste tipo es un éxito asegurado para controlar problemas de alergias y otros procesos inflamatorios, por no decir que mejoran todo el estado general de salud, por lo que son un gran aliado.


La alimentación, como en tantos otros temas de salud, juega un papel muy importante. El acceso a algunos vegetales crudos o semi hervidos como zanahoria, pimiento rojo, guisantes y pescados ricos en ácidos grasos para complementar la dieta, como sardinas en lata, y nuestro aceite de oliva extra virgen, son más que recomendables. Las algas en polvo son otra fuente maravillosa de minerales y oligoelementos que se pueden añadir a la dieta. Las yemas de los huevos duros también se pueden dar, semanalmente, por la maravillosa fuente de ácido fólico, y la parte de la clara también, pero siempre que sea cocinada. Como en todo, los excesos no son buenos, y lo ideal son pequeñas cantidades diarias, con algunos descansos cada varios meses. Se pueden ir rotando diferentes fuentes de ácidos grasos.

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